Según el plan que la DGA está consultando con el juez titular de menores de Zaragoza, Armando Barreda, los jóvenes aragoneses que actualmente ingrean en estas instalaciones pasarían a un régimen abierto de libertad vigilada.

El cierre de El Buen Pastor supondrá el traslado a otros centros de la mayor parte de los internos, que proceden de otras comunidades autónomas.

Desde hace varios años la explotación del centro está arrendada por la DGA a la asociación Ametzagaña, que a su vez suscribe acuerdos de acogida de menores con otras comunidades autónomas vecinas. El contrato entre ambas instituciones, que tiene carácter anual, concluye el próxmo mes de diciembre y podrá no ser renovado.

Para acometer el nuevo sistema de rehabilitación de los adolescentes, que se pactará previamente con jueces y fiscales, la DGA cuenta con personal propio de sus equipos de seguimiento, habituados a trabajar con adolescentes problemáticos.

A este grupo se añadirán los especialistas en menores del Ministerio de Justicia, que serán transferidos próximamente a las comunidades autónomas, según anunció hace algunos meses el director general del Menor, Juan Mto.

Cuando el proyecto de la DGA esté ultimado, los responsables de Bienestar Social del Gobierno autónomo plantearán el cierre de El Buen Pastor a la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón, en busca del apoyo de los grupos políticos. Según ha podido saber esta agencia, el grupo de IU apoyará la propuesta de la DGA de cierre del centro tutelar.

A raíz de las denuncias realizadas durante los primeros meses de este año por una veintena de organizaciones vecinales, sindicales y sociales sobre pesuntos malos tratos a menores internados en el centro, los partidos pidieron explicaciones a la DGA sobre el funcionamiento de El Buen Pastor y se sugirió la sustitución de sus instalaciones por otras más adecuadas.

El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Fernando Labena, propuso entonces la construcción a medio plazo de un grupo de chalés de dimensiones familiares para acoger a los menores internados por orden judicial en Aragón y a los de otras comunidades que no cuentan con centros de régien cerrado y que tradicionalmente envían a sus jóvenes conflictivos a Zaragoza.

Este proyecto ha sido desechado sin embargo en favor del cierre definitivo de El Buen Pastor y la alternativa de la libertad vigilada para los adolescentes aragoneses.