Para Pastor, esto es una situación "grave", cuyos efectos vamos a sufrir todos. "Nos enfretamos a un crecimiento imparable de la deuda" durante otros cuatro o cinco años más. Para Pastor, la gravedad de la situación exige años de austeridad y una etapa de crecimiento continuado de la economía. Este ambiente pesimista se completacon la idea de que nadie debe esperar que los sacrificios del presente tengan un efecto inmediato, pues el pago de la deuda acumulada exigirá ulteriores esfuerzos.

Pastor calificó el proyecto de Presupuestos para 1994 de "conservadores". Si el escenario previsto, sore todo en lo referente a crecimiento, no se cumple, será necesario tomar medidas aún más drásticas.

Para el secretario de Estado de Economía hay que lograr una pacto de rentas para repartir el coste de la crisis. No es partidario de condicionar las ayudas fiscales a las emporesas, propuestas en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos, a que los empresarios aumenten su inversión. Para Pastor, deben ser los agentes sociales quienes negocien este punto.

A pesar de calificar de conservadoras la cifras de los Presupuestos, respecto al objetivo de inflación para 1994 (3,5 por 100) manifestó que era "extraordinariamente ambicioso", hasta el punto que nos introduce en un "territorio desconocido".