Esa cifra refleja un incremento de 576.000 millones de pesetas en relación a las mismas fechas del ejercicio anterior y un incremento superior al 50 por cien respecto a 199, año en que se aprobó la liberalización de las transacciones entre España y el exterior.

De la deuda exterior total, 5,96 billones corresponden a las empresas, tanto privadas como públicas, y 1,8 billones a las administraciones, incluyendo en este último apartado al Estado, las comunidades autónomas y las corporaciones locales.

De acuerdo con el desglose facilitado por el Banco de España, el endeudamiento exterior de las grandes empresas públicas asciende a 895.000 millones de dólares, otros 168000 millones corresponden a las compañías de autopistas y 577.000 millones a las eléctricas.

La deuda contraida directamente por personas físicas se eleva a 42.000 millones de pesetas, en tanto que entre las administraciones públicas corresponden 1,1 billones al Estado, 492.000 millones a las autonomías, 172.000 millones a las corporaciones locales y 36.000 millones a organismos autónomos del Estado y la Seguridad Social.

ACREEDORES

Por lo que se refiere a los acreedores, el más importante es e Banco Europeo de Inversiones (BEI), al que se deben 1,83 billones de pesetas.

El BEI, dependiente de la Unión Europea, concede créditos con tipos más favorables que los de mercado para la realización sobre todo de obras de infraestructura que mejoren las posibilidades de progreso de un país.

Entre los demás acreedores figuran el conjunto de entidades de crédito convencionales, con las que las empresas y las administraciones españoles tienen una deuda de 2,42 billones de pesetas, y otras compañía no financieras, a las que se adeudan 2,91 billones.

Los datos de la deuda exterior que maneja actualmente el Banco de España han sido revisados a raiz de la liberalización de 1992 y se adaptan a las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional, por lo que no son estrictamente comparables con las publicadas antes del 92.