En un registro dimiciliario efectuado tras el arresto, los guardias comprobaron cómo los muebles que decoraban la casa de María Dolores procedían del robo de la vivienda e una antigua vecina suya, en la localidad de la costa granadina de Almuñécar.

Según informaron fuentes de la Benemérita, un sofá cama, varias lámparas, una lavadora, un televisor en color y un pequeño frigorífico, así como juegos de ropa del hogar habían sido sustraidos en un apartamente de Almuñécar, propiedad de una familia residente en Madrid.

El apartamento saqueado permanece deshabitado durante la mayor parte del año, ya que los dueños lo utilizan como residencia veraniega y de descanso.

Según la Guardia Civil, la detenida, que además de vender es consumidora habitual de estupefacientes, había sustraído hasta las cortinas del cuarto de baño de su anterior vecina, con la que, al parecer, mantenía buenas relaciones.

María Dolores Martínez Ramírez quedó bajo la tutela de la autoridad judicial competente, que deberá ahora dictar si devuelve los enseres robados y previamente denunciados, o si se inmovilizan como pruebas de los delitos.