Las investigaciones de la Guardia Civil confirman que, tras la muerte de los animales, los participantes seleccionaban sus cabezas, pieles y otras partes de su cuerpo, con las que realizaban fotografías a modo de trofeo.

En la "Operación Safari" han sido detenidos los vecinos de Monterrubio M.D.M., organizador de las cacerías; J.B.N.,M.B.N. y un menor de edad, como colaboradores, y D.J.O. y B.T.S., ambos vecinos de Madrid, y J.F.M., procedente de Fuenlabrada (Madrid), como los clientes que participaron en las cacerías.

Todos ellos han sido detenidos como autores de un delito contra la protección de la fauna y han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Castuera (Badajoz), junto a los animales vivos y una carabina intervenida, entre otros efectos.

M.D.M., encargado de organizar las cacerías, adquiría los animales en núcleos zoológicos y los trasladaba enjaulados a una finca de la localidad de Monterrubio, donde esperaba hasta contratar una cacería, "supuestamente a cambio de una gran cantidad de dinero".

Con esta operación se ha evitado la muerte de un tigre y un león, que fueron rescatados por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), quienes posteriormente los trasladaron a un núcleo zoológico de la provincia de Málaga.

La Dirección General de la Guardia Civil anunció que aún no se descartan nuevas detenciones.