Según informaron hoy fuentes de la Jefatura Superior de Policía, los arrestados son Rolland E., de 35 años y nacionalidad nigeriana, y su compañera, Magdalena N.O., de 28 años y nacionaidad ecuatoguineana.

Cuando ocurrieron las detenciones, el nigeriano, que se hacía pasar por natural de Liberia, Nigeria, Benín o incluso el Reino Unido, llevaba un paquete con 120 gramos de heroína marrón escondido entre sus genitales.

Las sospechas policiales sobre los dos narcotraficantes comenzaron en Baracaldo (Vizcaya), donde aparecían implicados en unas diligencias judiciales abiertas tras la detención, a cargo de la Policía Autónoma Vasca, de una correo de la organización con 600 gramos d droga.

El pasado mes de julio, la policía detuvo en el aeropuerto de Barajas de Madrid a la ciudadana chilena Gina Carol del Carmen Ch.B., cuando iba a tomar un vuelo en dirección a Palma con 300 gramos de heroína ocultos en su vagina. Al parecer, actuaba como correo de la pareja de africanos ahora detenida.

Los agentes descubrieron que Magdalena M.O. ya fue encarcelada el año pasado. Entonces residía en Mostoles, donde la juzgaron porque tenía en su poder 200 gramos de heroína y otros tantos decocaína. Roland E. escapó a la acción de la justicia al no ser localizado por los funcionarios encargados del caso.

Una vez en libertad, Magdalena se fue a vivir a Torrejon de Ardoz, donde le esperaba su compañero nigeriano. Alquilaron una vivienda en la calle Hospital y, desde allí, reconstruyeron la red de tráfico de estupefacientes.

La distribución de droga alcanzaba a las provincias de Baleares, Valencia y Pontevedra. Los correos de la organización realizaban los viajes siempre de noche y en íneas regulares de transporte público: bien avión o en autobús.

Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía comenzaron a realizar un seguimiento intensivo de la pareja, hasta que, hace unos días, observaron que ambos viajaban desde Torrejón de Ardoz a la capital y que allí se disponían a tomar un autobús con destino en Pontevedra. Fueron detenidos en la misma estación de autobuses, donde los policías descubrieron que Rolland escondía los 120 gramos de heroína marrón entre sus genitales.

En el regitro domiciliario posterior a la detención, los funcionarios policiales hallaron útiles para pesar y envolver la droga, así como dinero, joyas y diversa documentación que, según la misma fuente oficial, los delincuentes empleaban en sus ilícitas operaciones.