Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, las investigaciones comenzaron cuando el padre de uno de los menores presentó una denuncia en la comisaría del barrio madrileño de Vallecas, alegando que su hijo había sido sometido por un tal "José Carlos", del que desconocía cualquier otro dato de identidad, a diversas agresiones sexuales.

De acuerdo con la información facilitad por el denunciante, el supuesto violador se había ganado la confianza del niño y otros muchachos, a los que ofrecía dinero y video juegos.

Su hijo le había explicado además que esos hechos ocurrieron en varias ocasiones en un descampado del barrio y en el domicilio del acusado que, en alguna ocasión, amenazó al pequeño con que le contaría a todo el mundo lo que estaba haciendo, si no accedía a sus pretensiones.

Los agentes obtuvieron, asimismo, el testimonio de otros dos pequeños, que ratificaro la denuncia anterior detallando que José Carlos les ofrecía también bebidas y les paseaba en moto por el barrio.

La policía arrestó al acusado en su lugar de trabajo, una empresa de juegos electrónicos en la calle Ríos Rosas, y carecía de antecedentes penales.