Según explicaron hoy fuentes policiales, el presunto violador pagaba entre 100 y 500 pesetas a los jóvenes or sus servicios. Aradas, que era propietario de una carnicería situada en la calle Corts Catalanes, del barrio leridano de Balafia, se aprovechaba de su establecimiento para contactar con los niños.

Fuentes de la investigación informaron que el propietario del comercio pudo abusar de los menores a través de la relación de confianza que mantenía con los padres, vecinos del barrio.

Los delitos de agresión sexual los perpetró durante tres años consecutivos. La policía investiga ahora si existen otrs niños o adolescentes jóvenes de la misma zona que hayan mantenido relaciones sexuales con el detenido.

Al presunto violador le fueron incautadas tres pistolas que mantenía guardadas en su domicilio y en la tienda de su propiedad. Aradas fue miembro de la Federación de Tiro Olímpico de Lérida hasta el pasado mes de marzo.