Los hechos que han provocado la detención se deben a la "reventa" e pasajes de los barcos entre Málaga y Melilla a los inmigrantes magrebíes en Europa, a un precio que oscilaba entre las cinco y las diez mil pesetas, colapsando con ello las reservas de la Compañía Transmediterránea, y utilizando los servicios informáticos de una agencia de viajes.

Tras una discreta vigilancia, la Policía detectó a los "ganchos" que ofrecían la reventa de los pasajes a los inmigrantes, los marroquíes Mohamed B. y Kaddour A. Asímismo, se comprobó que las reservas no coincidían con la itularidad de su portador.

Esta circunstancia llevó a la Policía a tomar declaración a los magrebíes que portaban dichos billetes, asegurando éstos que se vieron obligados a pagar una cantidad superior a la estipulada para hacerse con los pasajes y así disfrutar de sus vacaciones en sus países de origen.

Las declaraciones de los afectados llevó a la Policía hasta una agencia de viajes, en la que fue detenido el español Manuel G. mientras revendía un pasaje a un ciudadano marroquí, ocupándosele un importante cantidad de dinero en moneda española y francesa.

Manuel G. tenía un detallado conocimiento de las reservas efectuadas por su agencia de viajes, así como de las previsiones de venta de billetes para el presente mes y agosto. Los dos marroquíes detenidos actuaban en connivencia con el empleado de la agencia.