Los talones forman parte de los 1.676 que robaron los presunto delincuentes en una sucursal bancaria el lunes pasado. Los chilenos aprovecharon la distracción de los empleados para apoderarse de los cheques, cuyo valor supera los 12 millones de pesetas.

Hace unos días, un hombre, que dijo llamarse Cristiani Francisco Muñozi Graceni, pretendió cobrar 76 cheques de viajes en una entidad bancaria. El cajero notó que los documentos habían sido manipulados por lo que avisó al 091, según informó hoy la Jefatura Superior de Policía.

Tras ser arrestado, los agentescomprobaron que la verdadera identidad del detenido era la de Cristian Francisco Muñoz Grace, un chileno de 20 años, que vivía en la pensión madrileña.

En otra habitación, estaba hospedado su hermano Julio Patricio, de 32 años, y María del Rosario Pereira Miranda, de 40. La pareja tenía un pasaporte colombiano, otro norteamericano y varios permisos de conducir franceses, algunos de los cuales fueron robados en la Gran Vía.