En la misma operación fueron requisados más de 6.000 programas y 2.500 videojuegos ilegales, cuyo valor habría alcanzado en el mercado unos cien millones de pesetas, tras su venta en mercadillos.

Esta acción fue calificada por la Policía como el más importnte golpe asestado en España en los últimos tiempos a grupos dedicados a copiar programas informáticos.

Las investigaciones comenzaron después de que representantes del sector informático expresaran a la policía su inquietud por la proliferación en el mercado de productos piratas de "software", que perjudicaban a las empresas fabricantes de los originales.

Las investigaciones condujeron a una serie de personas que se dedicaban a vender el material falsificado en mercadillos. Algunas de ellas eranya conocidas por su implicación en falsificaciones de casetes de música.

Después de la detención de la 16 personas presuntamente implicadas en la organización, las investigaciones se dirigen ahora a la localización de otros implicados en el fraude.