Los detenidos, que carecen de antecedentes, ya han ingresado en prisión por orden judicial. La mujer tenía orden de alejamiento de un hijo, dictada por un juzgado de lo penal de Madrid.

El pasado día 23, un ciudadano comunicó al 091 poco después de la una de la tarde que junto a un contenedor de la calle Doctor Martín Arévalo había encontrado el cuerpo sin vida de un recién nacido, todavía con el cordón umbilical. Al lugar se desplazaron agentes de Homicidios y de Policía Científica, y una vez hechas las primeras gestiones, el cadáver fue trasladado por orden judicial al Instituto Anatómico Forense para la práctica de la autopsia.

Los policías recogieron en el lugar del hallazgo diversos indicios e iniciaron las investigaciones, que apuntaban a una pareja. Al mismo tiempo, una ciudadana se puso en contacto con la policía porque había conocido el hallazgo del bebé fallecido gracias a los medios de comunicación y comentó a los agentes que le extrañaba que una vecina, embarazada hasta hacía pocos días, ya no lo estaba, pero tampoco aparecía bebé alguno.

Con esos datos, los agentes solicitaron mandamiento judicial de entrada y registro de la vivienda. Aunque los padres del recién nacido no se hallaban en la vivienda, la policía encontró distintos indicios del posible nacimiento,manchas de sangre en el suelo del salón, una fregona y un cubo con sangre.

Poco después, fueron detenidos los padres del bebé muerto. Según la policía, el dictamen del forense que realizó la autopsia puso de manifiesto signos evidentes de violencia.