Al cuerpo, que fue encontrado mutilado y enterrado bajo una capa de cemento en un cobertizo de la urbanización, le faltaba la cabeza y las manos.

Los detenidos son Julio P.N., de 22 años, y Andrés Alfredo G.M., de 24. La Policía afirma que el primero ha asumido la responsabilidad de la muerte, que se produjo depués de la paliza que le propinó a Joaquín como "escarmiento" por haberle robado.

Respecto al paradero de las manos y la cabeza, el detenido afirma haberlas arrojado en un descanpado del distrito de Los Cármenes, de Madrid, aunque aún no han sido encontradas.

El pasado mes de marzo, la madre de Joaquín denunció en la comisaría de Arganzuela su desaparición. Al mes siguiente, la mujer recibió la visita de dos desconocidos, que le comunicaron que su hijo no aparecería jamás.

La descripción de os dos individuos facilitada por la madre fueron esenciales para la investigación, que ha acabado con la detención de Julio P.N., con antecedentes por robo con fuerza; y a Andrés Alfredo G.M., con antecedentes por tráfico de estupefacientes.