La investigación se inició hace dos meses, cuando se tramitaron denuncias interpuestas por dos mujeres nigerianas que manifestaron haber pagado 1.500 euros por la tramitación de sus permisos de trabajo, figurando en ellos dos empresas como entidades contratantes.

Las gestiones de la policía permitieron averiguar que estas empresas figuraban a nombre de los ahora detenidos y que, en la actualidad, tenían tramitadas más de 100 solicitudes de trabajo. Además, comprobaron que dichas solicitudes, que se sustentaban en supuestas ofertas de empleo, en su mayoría a favor de mujeres nigerianas, eran tramitadas para el sector de la construcción cuando la citada empresa no contaba ni tan siquiera con una sede social.

Posteriormente, la policía pudo saber que la mayoría de las mujeres a las que habían suscrito estos contratos de trabajo se dedicaban a ejercer la prostitución. Por ello, la Policía no descartó en ningún momento que los dos detenidos formaran parte de una red más compleja dedicada al tráfico de mujeres para su explotación sexual.

La operación policial culminó la pasada semana con la detención de los dos sospechosos como responsables de un presunto delito de estafa. Ambos habían sido detenidos hace un año también por hechos similares.