A principios de abril comenzaron a recibirse una serie de denuncias en las comisarías de diversos distritos de Madrid, en las que algunas mujeres explicaban que habían sido asaltadas cuando circulaban en sus respectivos vehículos.

El "modus operandi" en toos los casos era idéntico: las conductoras eran intimidadas por dos sujetos que se introducían rápidamente en los automóviles, aprovechando la parada ante un semáforo, y posteriormente intimidaban a las víctimas con una pistola.

Tras recorrer unos metros, los delincuentes se apoderaban del dinero, joyas, y tarjetas de crédito de las mujeres y, a continuación, les exigían el número secreto del documento bancario para sacar una cantidad de dinero.

En algún caso, si la mujer no recordaba el número, ebido al nerviosismo por la situación, los asaltantes la obligaban a llamar a su marido para que se lo proporcionara.

El pasado 23 de abril, durante la comisión de alguno de estos delitos, un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía que viajaba en un autobús de la EMT oyó los gritos en demanda de ayuda de dos mujeres.

El agente se apeó inmediatamente y, pistola en mano, trató de impedir el delito, aunque los atracadores consiguieron huir con el automóvil y sus ocupantes.

RESIDIAN EN VALLECAS Funcionarios de la Sección Antiatracos de la Brigada de Policía Judicial comenzaron las investigaciones y averiguaron que los sospechosos podrían residir en la zona sur de Madrid, concretamente en el barrio de Vallecas.

Posteriormente, identificaron a Valentín Carretero y a José Antonio García como supuestos autores de los atracos y las detenciones ilegales.

De acuerdo con las citadas fuentes, la policía establecio un discreto servicio de vigilancia en la zona donde los dos indivudos solían poveerse de estupefacientes y detuvieron primero a Valentín Carrero y, horas más tarde, a su compañero.

Los agentes les intervinieron tres vehículos, una escopeta de cañones recortados cargada con dos cartuchos y un bolso con los efectos personales de una de las víctimas.

Valentín Carrero tiene dos antecedentes por atraco y tenencia ilícita de armas, mientras que José Antonio García ha estado detenido en cuatro ocasiones por varios delitos contra la propiedad.

Ambos fueron reconocidos plenamete por las denunciantes, dos de las cuales sufrieron lesiones de carácter leve tras recibir un culatazo.