Los funcionarios les intervinieron un pasaporte griego, joyas valoradas en unas 200.000 pesetas y otra cámara de vídeo, adquirida poco antes en otro establecimiento de la misma cadena comercial.

Tanto la tarjeta de crédito como el pasaporte procedían de un robo cometido en la habitación de un céntrico hotel madrileñ. El autor o autores, que utilizaron una llave falsa o ganzúa, se llevaron también las joyas del huésped.

La sustracción de la tarjeta se produjo horas antes de que los presuntos delincuentes fueran detenidos, ya que éstos se dedicaron inmediatamente a realizar las compras, según la policía.

La primera les salió bien, pero cuando realizaban la segunda los empleados sospecharon y avisaron a la policía. Los detenidos disponían de un automóvil que les había prestado una amiga y en él ocultaban las ahajas.

José Cristino tiene 22 antecedentes por delitos contra la propiedad, aunque su compañero está "limpio". La víctima del robo, un médico griego de visita en Madrid, se hizo cargo de sus joyas y documentos.