En la mayoría de los hechos, en la sucursal bancaria entraba un único ejecutor, permaneciendo en el exterior el otro atracador en labores de vigilancia y apoyo. El autor material ocultaba sus rasgos fisonómicos mediante el empleo de disfraces; bigotes postizos y pelucas, en unas ocasiones; o gafas de sol, gorras de visera o cascos de motorista, en otras.

Al entrar en la entidad, intimidaban a los clientes y empleados con un arma corta. Los autores preferían en sus actuaciones una entidad financiera en particular y habían perpetrado en sus sucursales el 90% de las acciones imputadas, llegando incluso a reincidir en la misma sucursal en menos de seis meses.

Tras seleccionar un objetivo, realizaban un estudio de la zona, efectuando reconocimientos de las localidades y sucursales donde pretendían actuar.

Preparan la huída aparcando sus vehículos "limpios" en calles cercanas al objetivo, sin levantar sospechas, abandonando la sucursal a pie y dirigiéndose de inmediato al turismo, mientras se cambiaban o despojaban de algunas prendas en su trayecto.

La detención de estos dos delincuentes ha sido posible gracias a la identificación de uno de los autores materiales de los atracos. Se trataba de una persona afincada en el municipio almeriense de Roquetas de Mar, con trabajo y lazos familiares estables, que no levantaba ningún tipo de sospechas a sus vecinos. La otra persona vivía muy próximo y tenía lazos familiares con el primero.

Finalmente, han sido capturados y, en la operación, se han practicado dos registros domiciliarios en los que se han incautado cerca de 53.200 euros, un revólver de calibre 38 mm y dos pistolas simuladas.

Los delincuentes responden a las siglas Marcos Jesús O.A., detenido en la puerta de su domicilio, y Jesús A. M., arrestado cuando se dirigía a la vivienda del primero. Los dos están acusados de ser autores de los delitos de robo con violencia e intimidación y tenencia ilícita de armas.