Los presuntos narcotraficantes llegaron a Madrid en un vuelo a las 11 de la mañana, procedente de Asunción y con escala en Buenos Aires, donde reside Carlos L. Su compañero tenía su domicilio en Mar del Plata.

Al ser interceptados por los funcionarios, dijeron que eran comerciantes y que el motivo de su viaje era turístico. Sin embargo, los policías decidieron registrar sus maletas, donde había 6 paquetes, 3 en cada uno de los equipajes, envueltos n papel, con apariencia de ser cajas de puros, pero que contenían cocaína de gran pureza.