Carlos R.M. fue sorprendido en el interior del piso y en ese momento el sospechoso portaba unas mancuernas y diversas prendas deportivas que pretendía como botín. En el interior de la vivienda se detectó la falta de otros enseres, tales como televisiones y electrodomésticos varios, que, como se comprobó más tarde, habían sido robados en días anteriores.

Este joven dominicano ya es conocido por la policía de Pozuelo. Convive de "okupa" en una casa con Miguel Ángel C.M., delincuente habitual, y ambos actuaban en connivencia con Jonathan I.R. Éste consiguió ganarse la confianza de una persona cercana a un agregado de la embajada griega, propietario de la casa asaltada, y de esta forma se hicieron con las llaves de la misma, lo que explica que la vivienda no presentara forzamiento alguno en puertas y ventanas.

Los delincuentes aprovecharon que el funcionario heleno se encontraba de vacaciones en su país para realizar varias visitas al piso, que ya casi habían desvalijado. Los agentes siguieron la pista de los objetos robados y llegaron hasta una tienda de compraventa, de segunda mano, donde se encontraron numerosos efectos, aún no vendidos, que fueron recuperados.

Además, en la casa "ocupada" donde residían Carlos R. y Miguel Ángel C.y en la pensión donde lo hacía Jonathan I., encontraron el resto de las pertenencias. Según la policía, el juez ha decretado prisión provisional para los tres implicados.

MEDIANTE UN BUTRÓN

En otra operación llevada a cabo en la madrugada del pasado domingo, la policía detuvo también en Pozuelo a dos personas (Andrés C. de la C., español de 36 años, y Catalin C., de 26 y natural de Rumanía) que intentaron robar una gasolinera y desistieron, y que fueron sorprendidos en pleno butrón en un bar cercano al surtidor que también quisieron robar. Andrés C. tiene varios antecedentes por delitos contra el patrimonio.

Según la policía, Andrés estuvo largos minutos tanteando el cierre de las oficinas de la gasolinera probando con varias ganzúas, pero no consiguieron su propósito. Marcharon en su automóvil para volver con una piqueta, con la que se emplearon a fondo, pero tampoco lo lograron, por lo que desistieron de la gasolinera. Pero con mazo en mano se emplearon en la pared de un restaurante cercano, donde practicaron un butrón por el que accedieron al interior.

Los ladrones se encontraban en plena faena cuando detectaron la llegada de la Policía, ya que un vigilante de seguridad de la zona los había avisado. Los delincuentes salieron a la carrera y trataron de esconderse en unos matorrales, pero fueron descubiertos y detenidos por los agentes. Sólo les había dado tiempo a desvalijar la máquina recreativa.