Los detenidos son Emilio R.A., de 49 años; Luis B.H., de 31; Víctor M.C., también de 31; María Aránzazu A.P., de 32, y Fernando A.P., de 22.

La investigación comenzó tras una denuncia de la Dirección de Seguridad Corporativa de Renfe, que había detectado la desaparición de dinero, desde hacía varios meses, en el departamento de consigna de equipajes de Chamartín. Como consecuencia de la denuncia, funcionarios de policía establecieron un servicio de vigilancia mediante el cual se descubrió el "modus operandi" de los ladrones.

Las sustracciones consistían, por un lado, en la simple apropiación del dinero recaudado y, por otro, en la sustracción de fichas vendidas a los usuarios para utilizar las taquillas y depositadas en ellas.

El importe de cada una de estas fichas adquiridas por los viajeros es de 300 pesetas. Con posterioridad a la venta de las fichs, el empleado, ayudado de una llave maestra, se apropiaba de las mismas y al finalizar la jornada no quedaba contabilizado el alquiler y el importe del mismo iba al bolsillo del trabajador.

Emilio R.A. fue detenido cuando acababa su jornada laboral con 17.400 pesetas y 18 fichas utilizadas ilegalmente. Posteriormente se detuvo a los otro cuatro, presuntamente implicados en el mismo delito. La cantidad diaria sustraída oscilaba entre 15.000 y 20.000 pesetas.