Las investigaciones se iniciaron en octubre de 1999, cuando agentes de la UDYCO especializados en la lucha contra el tráfico de drogas detectaron a un clan familiar dedicado a este tráfico. Desde el inicio de la operación, denominada "Operación victoria", se comprobó que varias personas acudían al domicilio de esta familia en potentes coches para hacer ransacciones de droga.

Por otra parte, la familia investigada viajaba con asiduidad al levante español, lo que hizo pensar a la policía que también distribuían drogas en esa zona. Los agentes comprobaron que ningún miembro de la familia ejercía actividad laboral, lo que no impedía que tuviesen un nivel de vida confortable y disfrutaran de coches de gran cilindrada que cambiaban cada poco tiempo.

Fruto de todas estas actuaciones fue la identificación de un gran número de colaboradores y distribuidres de diferentes países, que vendían la droga al clan español.

La policía realizó su trabajo con mucha dificultad, ya que la familia tomaba todo tipo de medidas para eludir la vigilancia policial. A pesar de ello, se consiguió detener a Juan Manuel J.S., un importante traficante de drogas a gran escala, y los agentes descubrieron sus contactos con miembros de organizaciones internacionales asentadas en España. De esta forma pudieron conocer al resto del clan familiar.

El pasado 27 de octubre, lo agentes, que habían intensificado las vigilancias sobre los presuntos delincuentes, detuvieron a dos de ellos cuando estaban haciendo una transacción de droga: 10 paquetes en forma de ladrillo que contenían cocaína.

A continuación se detuvo al resto de los presuntos delincuentes en diversos lugares y la policía se incautó 11 paquetes de heroína en una vivienda marginal y tres bolsas de la misma sustancia y otra de cocaína en el interior de los altavoces de una furgoneta propiedad de uno de los detenios.

Los agentes continuaron la investigación, fundamentalmente para identificar y detener a los responsables del tráfico ilegal en otras ciudades españolas. En una casa de Madrid perteneciente a una detenida la policía se incautó de 25 millones de pesetas en joyas y 280.000 pesetas en metálico, al igual que abundante munición.

Durante el año que ha durado la operación se han efectuado más decomisos de droga: un total de 4 kilos de cocaína y uno de heroína, además de cinco millones de pesetas y otos efectos, entre ellos bienes inmuebles por valor de otros 50 millones.