La operación, que se inició en 2000, ha permitido recuperar 26 vehículos, así como la incautación de material utilizado en los robos, matrículas y documentos falsos, dinero y equipos informáticos. Veintitrés de los 24 detenidos son lituanos y uno ruso.

La mayoría de los vehículos robados son de las marcas Mercedes, BMW y Audi, a los que los miembros de la banda falsificaban el número de bastidor y las placas de matrícula, además de hacer los retoques de chapa y pintura necesarios para faciitar su posterior venta.

Una vez realizados todos estos trámites, los miembros de la banda llevaban los coches a Lituania, donde los vendían, y a veces aprovechaban el viaje de vuelta para introducir en España droga y dinero falso, así como vehículos robados en Alemania, con el fin de venderlos en nuestro país.