En el interior del piso se encontraban viviendo hacinados y "en pésimas condiciones de salubridad", según las mismas fuentes, un total de 21 ciudadanos chinos, que fueron todos detenidos.

Dos de los deenidos, que poseían residencia legal en España, son considerados miembros de una organización dedicada a este "tráfico de personas" y han sido acusados de delitos contra la libertad y la seguridad en el trabajo.

Otros 15 estaban en nuestro país en situación ilegal y, puesto que poseían documentación falsa, se les están instruyendo diligencias por falsificación de documentos y uso de nombres supuesto. Los cuatro restantes carecían de cualquier clase de documentación.

Según la policía, "todos elloshan sido propuestos para expulsión del territorio nacional en virtud de la ley sobre derechos y libertades de los extranjeros en España".