Gracias a los testimoniosrecogidos de pequeños traficantes, los funcionarios descubrieron la existencia de una red de distribución de droga en el poblado marginal de La Celsa.

Sus integrantes residían en las calles Polvorines, Armengot y Padre Llanos, en el distrito de Usera. Aunque pertenecían a distintas familias, mantenían estrechos contactos entre ellos.

Con el correspondiente mandato judicial, la policía registró sus viviendas y detuvo a 10 personas con edades comprendidas entre 19 y 40 años, todas de nacionalidad epañola a excepción de un palestino. Los presuntos traficantes tenían 3 pistolas, 100 cartuchos, 2 millones de pesetas y dos balanzas de precisión.

Por otra parte, en una bar de las proximidades del parque de San Blas, funcionarios adscritos a esta comisaría arrestaron a otras seis personas acusadas de formar parte de una organización dedicada al trapicheo de droga.

El principal encartado, Francisco Díaz Lara, de 37 años, residía en un lujoso chalet de Coslada, y está acusado de entregar la heroín o el hachís a Juan Núñez García, de 40 años, y a Pablo Díaz Fernández, de 44, para su comercialización en los aledaños del mencionado parque.

Las investigaciones del Grupo II de la comisaría de San Blas pusieron al descubierto los movimientos de los tres sospechosos, que fueron detenidos junto a otras dos mujeres y un hombre, supuestos colaboradores en la venta de droga.

En la operación fueron intervenidas 1.087.000 pesetas, útiles para la confección de papelinas, 3.700 dosis de heroína, 160 de achís, dos balanzas de precisión, sustancias adulterantes y joyas presumiblemente robadas.