Según informó hoy la Policía vasca, pasadas las once y media de la noche, una patrulla de la Ertzaintza fue requerida en el exterior de un local ubicado en la calle Eustasio Amilibia de la capital guipuzcoana. Allí, una mujer solicitaba la asistencia policial debido a la presencia de su ex-compañero sentimental, sobre el que pesaba una orden judicial de alejamiento de ella.

Poco después, los ertzainas procedieron a la identificación del varón y comprobaron como en efecto la medida cautelar en vigor le impedía aproximarse a menos de trescientos metros a su ex-pareja. Cuando los agentes se disponían a practicar su detención, el presunto autor de los hechos se dio a la fuga y provocó que se iniciara una persecución a la carrera.

En el transcurso de la misma, y cuando los ertzainas iban a darle alcance, el varón llevó su mano hacia la parte trasera de la cintura y esgrimió una pistola con la que apuntó a sus perseguidores. Estos tuvieron tiempo de abalanzarse sobre el autor, impidiéndole hacer uso del arma y procediendo a su inmovilización.

Los agentes le ocuparon el arma corta y comprobaron que se trataba de una pistola detonadora semiautomática.