El crimen ocurrió el 28 de enero pasado en una vivienda de la calle San Vicente Ferrer, cuyo propietario era la víctima, Jacinto Dolz Castellar-Sánchez, de 62 años.

Según las informaciones reabadas por la policía, Jacinto Dolz vendía cocaína y heroína en su propio domicilio, al que acudían numerosos drogadictos de la zona. El móvil del delito podría haber sido el robo.

Unos vecinos de la finca aseguraron haber visto salir de la vivienda, inmediatamente después de descubrirse el cadáver, a un hombre que la frecuentaba a menudo y que escondía entre sus ropas un machete. Precisaron incluso que en el barrio se le conocía por el nombre de "Alfonso".

El Grupo de Homicidios de la Brigada dePolicía Judicial consiguió averiguar que se trataba de Alfonso Aguado Motos, con dos antecedentes policiales de hace varios años. Sin embargo, no pudo localizar su residencia hasta esta semana. El martes fue arrestado en Leganés.

Mientras Alfonso Aguado ha negado ante la policía el delito que se le imputa, los testigos del caso le han identificado como la persona que abandonó el domicilio de Jacinto Dolz poco después del homicidio.