El "modus operandi" consistía en conseguir, empleando diversos procedimientos, la numeracón de las tarjetas de crédito de personas que ocasionalmente hacían una parada en una área de servicio de una autopista valenciana. Posteriormente, los números eran utilizados fraudulentamente en la compra de material electrónico a través de comercios virtuales.

Las investigaciones condujeron a los agentes a la localidad valenciana de Sagunto, desde donde se cometían las estafas. La policía consiguió finalmente localizar los domicilios de los presuntos autores de las estafas y detuvo a uno de ellos. En los posteriores registros domiciliarios la policía se incautó de cheques bancarios de entidades extranjeras, por valor de 28.500 dólares (5.200.000 millones de pesetas), más de 50 órdenes de transferencia exterior de fondos por valor de 25 millones de pesetas, 8 gramos de cocaína, una caja fuerte, 700 películas de DVD, sistemas de los denominados "cine en casa", más de 50 juegos de ordenador, impresoras, tarjetas VGA, consolas de videojuegos, escáneres, "webcams", multitud de resguardos de justificanes de pago con tarjetas de crédito y abundante documentación utilizada en las estafas.