El dueño de esta discoteca, calificado por la policía como 'conocido traficante', era el presunto cabecilla de una red dediada al tráfico de cocaina que llegaba hasta Sevilla desde Colombia y Venezuela, países donde tenía contactos con personas dedicadas al narcotráfico.

El detenido utilizaba esta conocida discoteca sevillana, situada en la popular calle Betis y muy frecuentada por numerosos jóvenes en la movida nocturna, como centro de venta y distribución de la droga.

Según la policía, el detenido tenía instalado el centro de operaciones y almacenaje de la droga en un chalé de la localidad sevillana de Mairena de Acor desde donde procedía a la distribución de la cocaina.

En el registro de la discoteca y del chalé la policía se ha incautado de un kilo de cocaína, diversas joyas, material para manipular la droga, balas y distintas cantidades de dinero en efectivo.

En esta operación antidroga la policía ha detenido también a la esposa del propietario de la discoteca sevillana y a 5 personas más, 3 de ellos de nacionalidad colombiana y otro venezolano, componentes todos de la banda.