El Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Murcia se hizo cargo de la investigación tras el hallazgo del cuerpo sin vida de la víctima tendido sobre una cama de su domicilio. El cadáver se encontraba atado de pies y manos con un cable y presentaba tres puñaladas en el pecho, una de las cuales afectó directamente al corazón.

Una vez realizada la inspección en el lugar de los hechos por parte de agentes de Policía Científica y del Grupo de Homicidios, estos últimos comenzaron las investigaciones y determinaron que la víctima ejercía la prostitución en un club de la capital murciana y pactaba además citas con clientes en la vivienda donde fue hallada.

Los investigadores centraron sus investigaciones en la reconstrucción de las últimas horas de la fallecida e identificaron a todos los clientes que habían mantenido relaciones sexuales con ella el mismo día de su muerte.

Así se logró identificar a veinte clientes habituales de la mujer, entre ellos el ahora detenido, natural de Murcia, que mantuvo relaciones con la fallecida el mismo día de su muerte en el club donde trabajaba y con quien quedó posteriormente en el domicilio de ella.