Las mismas fuentes indicaron que las gestiones en España se iniciaron a principios de verano, cuando se tuvo conocimiento de que Locatelli podría estar refugiado en nuestro país con documentación falsa que le acreditaba como ciudadano belga.

Por su parte, los Servicios Antinarcóticos de Estados Unidos desplazaron a España funcionarios desde ese país al conocer el inicio de las investigaciones.

Tras numerosos controles en diversas ciudades españolas y análisis de las informaiones obtenidas, los agentes supieron que Locatelli podría desplazarse a Madrid en la segunda semana de septiembre, por lo que intensificaron la vigilancia en los hoteles de lujo de la capital.

Como resultado de tales operaciones, a primeras horas de la noche del día 6 los agentes detuvieron al italiano en el interior de un restaurante del madrileño barrio de Salamanca, donde estaba cenando en compañía de una mujer de la misma nacionalidad. Ambos poseían documentos falsos de identidad de nacionalidad elga.

Pasquale Claudio Locatelli cuenta con una larga lista de antecedentes y reclamaciones, como la expedida por un tribunal de Milán (Italia) por asociación de delincuentes o la orden de ingreso en prisión de la Fiscalía General de Milán por idéntico delito, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y otros delitos.