El arrestado, que es el primero de este género en Europa, cobraba una iguala por la que permitía la descarga de las últimas novedades en cine y las últimas versiones de los juegos y programas más cotizados.

Los policías adscritos a la Unidad Central de Dellincencia Especializada y Violenta han efectuado el registro del domicilio de F.E.I., incautándose de unos 4.000 discos compactos que contenían copias no autorizadas de programas de ordenador, datos fonográficos, música en formato MP3 y CDA, películas pirateadas en formato DivX y juegos, 3 CPU's, varios periféricos y abundante documentación.

Desde hace más de cinco años, el joven viene intercambiando material pirata y desde hace unos cinco meses había implementado el nuevo sistema a través de Internet, prvio pago. Además, ha reconocido haberse dedicado a la venta de CD's, previo pedido por e-mail a través de correo contra reembolso.

Las investigaciones se iniciaron a raíz de una denuncia de la Entidad de Gestión de Derechos de Autor (EGEDA), siendo ésta la primera actuación policial en Europa de este género que ha permitido descubrir y anular los efectos negativos para la propiedad intelectual e industrial de este novedoso procedimiento de comercialización de dicho material pirata.

De los canalesde IRC y mediante programas de mensajería instantánea como "messenger", se captaban clientes para que, por el pago de 100 euros mensuales, se tuviera acceso a un amplio surtido de películas, programas pirateados y juegos. F.E.I. ha demostrado manejarse perfectamente en la comunidad "underground" de Internet y saber todos los trucos y procedimientos para hacerse con el producto pirata de los materiales más cotizados.

Gracias a diversos contactos en todo el mundo, ha conseguido reunir un menú de más de 0 gigabites para ponerlo a disposición de sus clientes virtuales. A este material, que se venía renovando constantemente, se accedía con sencillos programas clientes de ftp que se configuraban con un nombre de usuario y una contraseña que facilitaba el detenido, una vez comprobaba que el ingreso había sido efectuado.

Además, había dispuesto un ingenioso procedimiento que camuflaba el origen virtual de su conexión, apareciendo de cara al cliente como si la máquina en la que tenía alojada toda esa ingene cantidad de imágenes, el servidor de ftp, se encontrara fuera de España.

F.E.I. tenía en su domicilio una línea ADSI premium, con lo que podía abastecer simultáneamente a 30 clientes a velocidades de descarga de 33,3 kylobites por segundo.