La investigación comenzó el 30 de enero, cuando una patrulla de Seguridad Ciudadana de Carabaña observó a medianoche un vehículo estacionado en la M-204, en el término municipal de Orusco de Tajuña, que portaba una gran cantidad de radiadores. Además, los agentes localizaron algún radiador más oculto entre los arbustos.

Según el Instituto Armado, el dispositivo establecido durante esa noche no dio resultados, ya que el propietario del vehículo, al ver la presencia de la Guardia Civil, huyó del lugar.

Pese a ello, los agentes lograron su identificación y al día siguiente confirmaron sus sospechas de que los radiadores habían sido robados, al conocer que habían sido sustraídos todos los radiadores instalados en dos viviendas unifamiliares en construcción en Orusco de Tajuña.

El presunto autor del robo, que accedía al interior de las viviendas cortando las vallas metálicas que protegen el perímetro de acceso a las mismas, cuenta con numerosos antecedentes y ya ha sido puesto a disposición judicial.