El policía fue detenido cuando intentaba darse a la fuga en las inmediciones del puesto fronterizo de Biriatou. En el momento del arresto, le fueron intervenidos siete pasaportes, a los que acababa de estampar los correspondientes sellos oficiales de entrada al país.

Con la expedición irregular de estos documentos, los ciudadanos extranjeros que se encuentran ilegalmente en España podían ampliar su estancia en el país, a cambio de una cantidad que aún no ha sido determinada por la policía.

Las pesquisas policiales permitieron también la detención de otro individuo elacionado con esta red de falsificación de pasaportes. Se trata de A.B.B., de 58 años, en cuyo domicilio fueron intervenidos dos documentos más y un recibo bancario por el ingreso de tres millones de pesetas.

Los dos acusados, junto al material incautado, fueron puestos a disposición del juez de instrucción de guardia de Irún, que decretó su ingreso en prisión.