El detenido, natural de Badalona y residente en Guadalajara, había recortado de algunos medios de comunicación uno de los textos enviados por la citada banda, para posteriormente redactar una carta en términos similares, lo que hacía que la misiva, una vez fotocopiada, pareciese real.

Las cartas eran enviadas a distintos industriales de Cataluña y Levante, y en ellas se solicitaban cantidades de dinero que oscilaban entre 2 y 500 millones de pesetas.

Además de las exigencias económicas, Francisco José G.C. indicaba en sus escritos que sería a través de un contacto telefónico el medio por el cual los destinatarios conocerían las condiciones de entrega.

Precisamente, la policía detuvo al supuesto extorsionador cuando había acordado una cita con una de las víctimas en el centro de San Sebastián, con la intención de que el industrial le entregara el dinero reclamado.

Según las citadas fuentes, la investigación polcial sobre el caso ha contado con múltiples dificultades debido a la "falta de denuncias y dispersión de los receptores por distintos puntos de la geografía mediterránea".

En la operación participaron funcionarios del Cuerpo Nacional de la Brigada de Información de Barcelona y el Servicio Central Operativo, en colaboración con la Brigada de Policía Judicial de la comisaría de San Sebastián.