El detenido, que ya ha pasado a disposición judicial, fue arrestado después de que los encargados de la investigación descartaran el robo como móvil del asesinato, a pesar del desorden que había en el domicilio de la anciana cuando fue encontrada muerta.

La policía halló entre los enseres de Isabel S.L. varias joyas y unas cien mil pesetas en metálico, y comenzó a sospechar de personas allegadas, ya que, además, la muerte se produjo en pleno día, hacia las doce dela mañana del pasado día 16, y la cerradura de la puerta no presentaba signos de haber sido forzada.

En los interrogatorios con los familiares de la víctima, el detenido incurrió en varias contradicciones con relación a los hechos. Además, se descubrió que tenía una llave de la casa de su tía y una cartilla bancaria de la misma con un saldo de 3.400.000 pesetas, en la que José S.M. figuraba como persona autorizada.

Al verse descubierto, el homicida, que cuidaba desde hacía tiempo a la anciana, reonoció que el viernes 16 mantuvo una discusión con su tía sobre el reparto en vida de los bienes de ella (un piso, un chalé y varios millones de pesetas), en el transcurso de la cual la golpeó, dejándola sin sentido. Posteriormente desordenó el piso para simular un robo.

El forense dictaminó que la causa del fallecimiento de la mujer fue un fuerte golpe que el homicida le propinó en la tráquea y que desencadenó la hemorragia que le originó la muerte por asfixia.