La primera denuncia sobre este caso fue formulada el pasado 23 de este mes por el director de una empresa de alimentacin quien explicó que, a través de una agencia bancaria, había entrado en contacto con José A.M, quien se presentó como agente y representante exclusivo de una multinacional con sede en California y delegaciones en Holanda y Francia.

Según explicó el presunto agente, la multinacional estaba buscando empresas con ciertas cualidades para colaborar en la importación de licores, con la condición de efectuar un pedido mínimo de 1.200 cajas con un total de 14.400 botellas.

Asimismo, la empresa debía abri una carta de crédito irrevocable, dejar en libre disposición el diez por ciento del total en dólares, mientras que el pedido debía ser aprobado por la compañía americana, que en un plazo de 40 a 50 días a partir de la apertura de carta de crédito, entregaría en Madrid la mercancía.

El industrial madrileño aceptó el negocio y tras cumplimentar todos los requisitos legales para la importación y abrir la carta de crédito, José A. le comunicó el 12 de noviembre la aceptación por parte de la compañía y ladisposición del diez por ciento del total, es decir, 1.800.000 pesetas.

Sin embargo, la mercancía no llegó por lo que el importador reclamó al supuesto agente en varias ocasiones, obteniendo sólo excusas, al igual que le ocurrió a otro industrial, que también le denunció.