Para cometer la mayor parte de las estafas, el detenido se anunciaba como prestamista ofreciendo dinero en condiciones interesantes. El cliente tenía que adelantar una cierta cantidad en concepto de gastos y el estafador desaparecía con ese dinero.

La cuantía del fraudese acerca a los 15 millones de pesetas, según las primeras investigaciones. Además, está acusado de falsificación de documentos y uso de nombre falso. En una ocasión alquiló unas oficinas y llegó a contratar a tres empleados e incluso un asesor jurídico. Captó así a algunos socios, cuya documentación utilizaría para fraudes posteriores.

Las gestiones para localizarle resultaban muy complicadas pues utilizaba documentación falsa y cambiaba periódicamente de residencia. Su búsqueda se difundió a nivel ncional y hace unos días la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Elche informaba sobre su detención en un chalé que había alquilado como vivienda.

En este inmueble la policía decomisó 50 fotocopias de carnés de identidad, contratos, facturas y otra documentación de tipo mercantil.