El joven, encargado de un establecimiento público de Villanueva, denunció en la comisaría de Don Benito-Vllanueva, que habían sustraido 187.000 pesetas del local.

La investigación abierta sobre el caso determinó que E.A.O. atravesaba apuros económicos y condujo a la conclusión que el delito denunciado era simulado y que el dinero lo había robado el propio denunciante.

Finalmente, el empleado confesó el robo y devolvió voluntariamente el dinero, y posteriormente fue puesto a disposición judicial.