Según la Jefatura Superior de Policía de Madrid, sobre las 4,30 horas de la madrugada del pasado 21 de abril, Jesús Galdenos se disponía a cruzar un paso de peatones en la calle Sagasta, cuando fue arrollado por un turismo que circulaba a gran velocidad.

De acuerdo con el testimonio de testigos resenciales, tras el impacto con la parte delantera del coche, el cuerpo del peatón cayó sobre el capó y parabrisas, quedándose enganchado, hasta que el conductor hizo un giro brusco y despidió el cuerpo a unos 25 metros del lugar del atropello.

Tras esto, el automóvil prosiguió su marcha si aminorar la velocidad, saltándose los semáforos de la Glorieta de Bilbao que se encontraban en rojo.

Dada la rapidez con la que se produjeron los hechos, ninguno de los testigos pudo retener la matrícula del oche, aunque indicaron que era un Mercedes de color metalizado.

Tras realizar un exhaustivo control de los vehículos de ese tipo, los funcionarios del Grupo de Homicidios de la Brigada de la Policía Judicial descubrieron un Mercedes 190, matrícula M-4395-JD, que pertenecía a la empresa General Ibérica de Protección de Instalaciones Industriales, propiedad de Tomás Gómez Frutos.

Durante el registro del coche, los agentes descubrieron que tenía fracturado el parabrisas delantero, con restos de sange y cabellos, así como diversos daños en la parte delantera y capó, donde también había salpicaduras de sangre.

Tomás Gómez reconoció que conducía el vehículo cuando se produjo el atropello, aunque afirmó que circulaba de forma correcta y que no se detuvo por pensar que no se trataba de una persona. Asimismo, aseguró que "él fue totalmente atropellado, a una velocidad grandísima, por esa persona o animal".

El detenido iba acompañado de una mujer, indentificada como Dina Ojanama Cotrina, que tambin fue arrestada como presunta encubridora, y de un socio, al parecer domiciliado en Murcia, que será acusado del mismo delito cuando sea detenido.