Los detenidos, que suministraban material falsificado a comercios de Zaragoza, Murcia, San Sebstián, Valencia, Huesca, Girona y Cádiz, entre otras ciudades, utilizaban como tapadera un comercio dedicado a la venta de material de juegos de informática y tres paradas en el mercado barcelonés de San Antonio.

Los productos que importaban de forma ilegal procedían de Hong-Kong y eran pasados por las aduanas como género informático de otra clase. Los responsable de la investigación consideran que los detenidos han realizados las mayores importaciones de productos de este tipo en España.

En un pincipio, los detenidos vendían a jóvenes de forma directa en el mercado de San Anton las copias de los programas de ordenador y juegos de PC. Más adelante, pasaron a disponer de "vendedores de calle" por los alrededores del mercado, que, a comisión o comprados anteriormente, ofrecían el género.

En la actualidad, los clientes realizaban los pedidos de material a través de Internet y correo electrónico, contactando así con el local comercial situado en la avenida de San Ignacio de Loyola de Badalona (Bacelona).

Las investigaciones realizadas permitieron a los agentes localizar el local donde ocultaban los efectos pirateados y los domicilios donde eran copiados y manipulados.

Una vez localizados, se procedió a sus registros donde fueron incautados 1.143 tarjetas para ampliar memoria en disco duro, 200 "chips" para instalar y permitir la lectura de los sistemas japonés y americano en consola europea, 2.900 cables euro-conectores, 300 adaptadores y 5.000 CD's vírgenes, entre otros objetos.