La droga, que la joven se disponía a entregar a su padre, interno en la prisión, se encontraba oculta en dos paquetes de tabaco y distribuída en pequeñas partes en el interior de los cigarrillos.

Hace algunas semanas, la 'Ertzaintza" tuvo conocimiento de que un interno de la prisión de Nanclares, J.M.O.S., que se encuentra en la actualidad cumpliendo condena por tráfico de drogas, parecía estar dedicándose a esta actividad en el interior del centro penitenciario.

Según puo constatar la Policía Vasca, el individuo era el principal traficante de heroína de la prisión, teniendo como "clientes" a gran número de reclusos toxicómanos.

Tras realizar un pormenorizado seguimiento de sus actividades, se pudo establecer que la hija del detenido, una de las escasas visitas que éste recibía, era con toda probabilidad la que le hacía llegar la droga. La mujer solía acudir al centro para realizar sus visitas habitualmente acompañada de su hija, una niña de pocos años de edad.

Hcia las cinco y media de la tarde del jueves, cuando M.J.O.A. se disponía a realizar una nueva visita a su padre agentes de la 'Ertzaintza' la interceptaron a la entrada de la prisión y le retiraron los objetos que llevaba.

Entre estos había dos paquetes de cigarrillos, perfectamente cerrados y etiquetados, con un total de cuarenta cigarros en su interior. Al analizarlos detenidamente los 'ertzainas' comprobaron que en la boquilla de cada uno de los cigarrillos había oculta una dosis de heroína de, apoximadamente, un cuarto de gramos.

La mujer fue trasladada a dependiencias policiales y la niña fue puesta poco después bajo la tutela de los servicios de asistencia social de menores.

En el registro realizado en el domicilio de la detenida, fueron localizados utensilios supuestamente utilizados para la preparación y pesaje de la droga, tales como un dinamómetro y una balanza de precisión, así como sustancia "de corte". También encontraron joyas y objetos cuya procedencia está siendo investigada n estos momentos.

Tras las oportunas diligencias, la detenida, de nacionalidad alemana y residente en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro, fue puesta por la 'Ertzaintza' a disposición del juzgado de guardia de Gasteiz.