Los detenidos, que cuentan con amplios historiales delictivos, están presuntamente implicados en al menos veintidós atracos a entidades bancarias cometidos desde el pasado verano, principalmente en oficinas del BBVA de las comunidades autónomas de Cataluña, Valencia, Murcia y Madrid. El botín obtenido en los diferentes asaltos se aproxima al millón de euros.

El responsable del grupo era el chileno Franco Mauricio P.M., de 29 años, que ya había sido detenido anteriormente en España en varias ocasiones por delitos contra el patrimonio y que recientemente había regresado de Chile.

Fue localizado y arrestado en el interior de un bar del madrileño barrio de Orcasitas junto a Víctor Rubén G.C., de 39 años, y de Angel Custodio P.G., de 20, cuando acudían a una cita con objeto de planificar un nuevo asalto.

Los cinco restantes detenidos, entre los que se encontraban tres mujeres, desempeñaban labores de apoyo, como conseguir vehículos, alquilar pisos, ocultar los instrumentos y efectos de los delitos y enviar el dinero robado por distintas vías a otros países.

Los detenidos están acusados de asociación ilícita, robo con violencia e intimidación en sucursales bancarias, detención ilegal, tenencia ilícita de armas, falsificación documental, lesiones, robo de vehículos, receptación y encubrimiento.

Entre los efectos que les han sido intervenidos figuran varias armas de fuego, munición, vehículos, importantes cantidades de dinero en efectivo, joyas, relojes, miles de baterías de teléfono y más de cien radiocasetes.