Así lo aseguraron hoy los doctores Antonio Denia, director de la Unidad de Sordera y Vértigo del Sanatorio Nuestra señora del Rosario, de Madrid; Francisco Pérez Olivares, director del departamento de Otología del Centro Médico Docente La Trinidad, en Caracas (Venezuela); Patricia Roush, del departamento de Otorrinolaringología de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU), y Richard Seewald, director del Centro de Investigación de Audición Infantil de la Universidad de Western Ontario (Canadá).

Estos expertos participan en estos días en Madrid, junto con otros colegas de Canadá, México, Venezuela y España, en el simposio "Detección, diagnóstico y tratamiento precoz de la sordera en la infancia", organizado por la Fundación Ramón Areces y que concluye hoy.

Para los expertos, "es imprescindible realizar el diagnóstico e iniciar el tratamiento a los seis meses de edad", ya que la estimulación auditiva precoz es "indispensable" para una correcta adquisición de la palabra y del lenguaje.

Según los datos facilitados por la Fundación Ramón Areces, 3 de cada 1.000 niños nacen con pérdidas de audición parciales o totales.

Asimismo, resaltaron la importancia de que los padres, que no siempre aceptan que su hijo es sordo, se impliquen y aprendan a estimular al niño, en función de su pérdida auditiva, hablándole a la cara, por ejemplo.

Asimismo, destacaron que, además de colocar un audífono al niño, o, si es necesario, realizarle un implante coclear, hay que darle clases de logopedia para que desarrolle su capacidad de comunicación.

DETECCIÓN OBLIGATORIA

A juicio de los expertos, la detección precoz de la sordera debe ser algo obligatorio en los sistemas de salud de todos los países.

En España, el Pleno del Congreso de los Diputados aprobó en 1999, mediante una proposición no de ley, la elaboración de un Plan Nacional de Prevención de la Sordera Infantil.

Posteriormente, el Ministerio de Sanidad aprobó los Programas de Detección Precoz de Hipoacusias en recién nacidos para todas las comunidades autónomas, que actualmente se encuentran en diferentes fases de implantación.

Dichos programas establecen protocolos para identificar y diagnosticar a todos los recién nacidos con sordera e iniciar precozmente el tratamiento más adecuado, lo cual hace "muy necesaria", según los expertos, la formación de los profesionales implicados en la detección, diagnóstico y tratamiento de la sordera en bebés.