El artilugio, llamado MIRT (Transmisor Móvil de Infrarrojos), cuesta sólo 300 dólares y sirve para cambiar los semáforos a una distancia de unos 500 metros. Hasta hace poco no se vendía al público y sólo lo usaban policía y bomberos en situaciones de emergencia.

El furor de ventas de MIRT en el área de Detroit ha llamdo la atención de los responsables políticos. El aparato no es, de momento, ilegal, debido a que los transmisores que usan infrarrojos, en lugar de ondas de radio, no están contemplados en la normativa federal.

El MIRT tiene el aspecto de un radio-reloj y puede enchufarse al mechero del coche. El senador por Michigan Tony Stamas ha declarado que el artefacto es "extremadamente peligroso" y "potencialmente letal". "¿Pueden imaginarse la pesadilla en que se convertirían nuestras carreteras si todo el mudo tuviese uno?", se preguntó.