La sentencia firmada por el magistrado Juan Ruiz Rico y leída hoy condena también a dos vecinos de Mancha Real, Francisco Ruiz y Gregorio Aguilar, a ocho años de prisión mayor o dos de prisión menor, respectivamente, por un delit de incendio.

Otras seis personas que participaron en la manifestación del 19 de mayo de 1991, tras la cual fueron destrozadas varias viviendas de familias gitanas, han sido condenadas a cuatro años, nueve meses y once días de prisión menor por delitos de daños.

La Audiencia de Jaén ha absuelto, sin embargo, al alcalde de Mancha Real y los once concejales procesados de un delito como coautores de los daños en las viviendas de familias gitanas, en contra del criterio del ministerio fiscal.

Lo hechos juzgados comenzaron en la madrugada del sábado 18 de mayo de 1991, al producirse una pelea a las puertas de un bar de la localidad entre un clan gitano y varios miembros de una familia paya. Durante los enfrentamientos resultó muerto el payo Angel Arroyo Ibáñez. Por este homicidio fueron condenados cuatro gitanos a 42 años de cárcel.

Tras estos incidentes, el alcalde de Mancha Real convocó un pleno extraordinario en el que pidió a las familias gitanas que abandonasen el pueblo. Al finalizar elpleno, la corporación encabezó una manifestación ilegal, a la que siguió otra al día siguiente, en la que se produjeron las acciones violentas contra las viviendas de los gitanos, que habían abandonado el pueblo el día anterior.