Le despidieron con gritos de "chulo" y "enano" ----------------------------------------------
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Carlos Solchaga, ministro de Economía y Hacienda, fue despedido hoy del Pleno del Cngreso de los Diputados en medio de los aplausos del Grupo Socialista y con gritos de "chulo" y "enano" por parte de los diputados del PP.
Ese fue el epílogo de la monumental bronca que siguió al debate de una interpelación en el transcurso de la cual un parlamentario conservador le llegó a decir al ministro, agarrado por sus compañeros: "Eso me lo vas a decir ahora en la calle".
La trifulca sobrevino cuando los congresistas debatían una interpelación del Izquierda Unida sobre medidas que el Ejectivo piensa adoptar para asegurar el mantenimiento de empresas públicas eficientes y criterios de privatización.
Solchaga dijo que vendiendo parte de las participaciones que tiene el Estado en empresas, aliviarían el déficit público. En un momento del debate, el portavoz del PP, Blas Camacho, hizo veladas acusaciones a los socialistas que el ministro entendió como un intento de dejar "sombras" de duda sobre la honestidad del Gobierno.
"Las ventas son jurídicamente impecables y si ustedes tuvieranlo que hay que tener...". En ese momento, desde los escaños del PP, le gritaron: "¿Qué?", y el ministro de Economía respondió: "Un poco de vergüenza". Después, comenzó la monumental bronca.
En medio de gritos e insultos, Solchaga insistió: "Si tuvieran ustedes la vergüenza de dirigirse a este Parlamento no mediante la imputación de intenciones, sino mediante hechos, si lo hicieran así, que es como las cosas se deben hacer entre personas bien nacidas, se darían cuenta de que no podrían decir que, sencilamente, porque se cree una sociedad instrumental, por ahí debe haber o algo raro, o puede nacer una sospecha de corrupción o un comportamiento irregular. Porque eso, ni tiene justificación, ni es posible decir que se ha dicho desde la base de la buena fé".
En aquel momento, el diputado Torres hizo ademán de ir a por el ministro y varios compañeros le sujetaron por la solapa de la chaqueta en el escaño.
Al término de su intervención, Carlos Solchaga afirmó que a esa actitud del PP de extender sosechas, él sólo puede responder con el "desprecio". Acto seguido, el portavoz adjunto del partido conservador, Luis Ramallo, pedía la palabra al presidente accidental en ese momento, el socialista Joan Marcet, argumentando que Solchaga le había dicho que tiene "mucha cara" y que les había acusado de falta de vergüenza.
Marcet se lo negó y Ramalló siguió hablando: "Quiero que conste en acta que, sabe lo que le digo: que su señoría (Marcet) es sectario como la copa de un pino".
(SERVIMEDIA)
24 Feb 1993
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