Las asistentes -dos terapeutas ocupacionales y dos auxiliares domésticas- trasladaron a un anciano a la habitación de otra -que padecía demencia senil- y contemplaron cómo realizaban el acto sexual, entre grandes risotadas.

Las empleadas despedidas, cuyas edades oscilan entre 20 y 40 años, son Iluminada, María del Carmen, Julia y Remedios. Las cuatro llevaban bastante tiempo en el centro y carecíande antecedentes por comportamiento irregular.

José Luis López, jefe del Gabinete de la consejera de Integración Social, explicó hoy, en rueda de prensa, que los hechos que motivaron los despidos ocurrieron entre los días 21 y 30 de septiembre de 1992, cuando una de las asistentes, Remedios, envió a un residente a la habitación de otra interna.

Sus compañeras acudieron a la habitación y observaron cómo los dos ancianos mantenían relaciones sexuales, "produciéndose todo ello entre grandes risotadasprovenientes de las trabajadoreas", explicó López.

Según consta en el expediente abierto, las empleadas fueron autoras de faltas muy graves recogidas en el convenio colectivo de la CAM y en el Estatuto de Trabajadores, que suponen una "falta de lealtad, abuso de confianza en las gestiones encomendadas y presunta conducta constitutiva de delito doloso, así como de malos tratos con los dos residentes".

RUMORES

El director de la residencia de Alcalá de Henares, donde están alojadas unas 600 persons, decidió abrir una investigación sobre el caso a raíz de una serie de rumores que le transmitieron los trabajadores.

Por su parte, el gerente del Servicio de Bienestar Social, del que dependen todos las residencias gestionadas por la CAM, puso los hechos en conocimiento de la fiscalía, por su fueran constitutivos de delito.

Los responsables de la Consejería de Integración Social también se pusieron en contacto con los familiares de los dos ancianos para tenerles al corriente de la situación.

López subrayó que a los directivos de la residencia no les consta que este tipo de hechos hubiera ocurrido más veces y que las escenas se hubieran filmado, tal como insinuó algún medio de comunicación.

Por su parte, el gerente del Servicio Regional de Bienestar Social, Fernando Bregón Oca, explicó que las trabajadoras han hecho una serie de alegaciones, "que forman parte del expediente y que son secreto del sumario", indicó.

"Desde luego", añadió, "a nosotros nos parece que lo que se ha hecho n es justificable. Nos parece un auténtico atentado contra el honor y la intimidad de las personas".