El fraude fue descubierto al ralizar una auditoría en dicha sociedad y tras la negativa de la mujer a entregar al auditor los documentos que reiteradamente le solicitaba.

Ana María Urbizu reconoció que en los últimos años se había apropiado, mediante pequeñas cantidades, de un total de 17.200.000 pesetas falsificando talones en sus firmas y añadiendo varios ceros a las cantidades escritas en los mismos, e incluso se apropió de una subvención de ocho millones y medio de pesetas que otorgó a Parvisa la Diputación guipuzcoana, según ndicó un miembro del Consejo de Administración de la sociedad.

La trabajadora de Parvisa, que fue despedida, se comprometió a la devolución del dinero mediante la petición de un crédito hipotecario sobre su vivienda.

Los hechos, que ya han sido denunciados en un juzgado de San Sebastián, y la decisión del despido de la trabajadora fueron puestos en conocimiento del Consejo de Administración de la entidad municipal, formada por todos los representantes de los grupos políticos del ayuntamiento donotiarra, quienes mostraron su acuerdo con las decisiones adoptadas por el Presidente de Parvisa.

Unicamente, el representante de Herri Batasuna solicitó que se aplicasen las responsabilidades políticas correspondientes ya que, a su juicio, el concejal socialista, como presidente de la entidad, debería de haber estado al corriente de los movimientos bancarios y económicos de la empresa.

Parvisa, que cuenta con cuatro empleados, gestiona los trabajos de remodelación de la parte vieja de San Sebastiá como los efectuados recientemente en la Plaza de la Constitución o la calle 31 de agosto.