Desmentido a las declaraciones de Pedro Perez ---------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

El Gobierno intentó hoy zanjar la polémica de la vivienda atribuyendo el enfrentamiento entre el ministro de Economía, Carlos Solchaga, y la dirección del PSOE a un "contraste de opiniones constructivas y positivas", según la descripción realizada por el ministro de Obras Públicas, José Borrell.

Borrell, en una comparecencia ante el Senado para explicar la política de vivienda de su departamento, aseguró que no le darán a la derecha "elgozo del espectáculo de nuestra desunión".

Sin embargo, a lo largo del día prosiguió la toma de posiciones de los dirigentes socialistas y miembros del Gobierno, que pusieron de manifiesto nuevas diferencias sobre la viabilidad del plan socialista de viviendas.

El más optimista fue el ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, quien aseguró que es un objetivo tan factible como el de los ochocientos mil puestos de trabajo prometidos por el PSOE al llegar por primera vez al Gobierno.

Solchaga, ue también comparecía ante la Cámara Alta, desmintió las declaraciones realizadas al diario norteamericano "The Wall Street Journal" por el secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez. El ministro aseguró que esas manifestaciones, realizadas telefónicamente la semana pasada, no fueron correctamente reproducidas.

Según el citado diario, Pérez aseguró que el programa socialista de financiar 400.000 viviendas es tan inviable como la promesa electoral de 1982 de crear 800.000 puestos de trabajo.

Enuna cita entrecomillada por el autor de la información, Pérez señala: "El programa socialista, como los 800.000 empleos, es inviable. Como consecuencia, va a crear mucha frustración entre la gente, con lo que finalmente conducirá a una reacción política contra el partido".

También rechazaba la idea de que el problema de la vivienda se resuelva facilitando dinero para comprarlas. "Eso es como tratar de curar a un enfermo reduciendo el mercurio del termómetro. El problema de la vivienda no es de financición, sino de suelo".

Carlos Solchaga desmintió parcamente estas manifestaciones pero eludió realizar nuevos pronunciamientos sobre la polémica de la vivienda y no quiso atender a los periodistas que le persiguieron a la carrera por los pasillos de la Cámara Alta para obtener unas declaraciones.

Una reacción marcadamente distinta fue la del ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval. Al ser preguntado en el Congreso por las afirmaciones de Pedro Pérez, aseguró que la promesa de 800.000 puestos de tabajo que formuló el PSOE en 1982 es "un objetivo que se ha cumplido con creces", ya que entre 1985 y 1990 se crearon más de dos millones de empleos.

Martínez Noval añadió que si el PSOE y el Gobierno se compremeten a llevar a cabo el plan de vivienda "lo cumplirán como ocurrió con la oferta de los 800.000 empleos".

OBJECIONES RAZONABLES

Por su parte, Borrell mantuvo por la mañana un encuentro en el Congreso con los diputados y senadores del Grupo Parlamentario Socialista, y por la tarde comparció ante el Pleno del Senado, en ambos casos para explicar la política de vivienda del Gobierno.

Borrell restó importancia a la polémica entre el Gobierno y el PSOE, pero calificó de "muy razonables" las objeciones planteadas por Carlos Solchaga a la financiación de viviendas mediante coeficientes de inversión obligatoria.

Asimismo, en las dos ocasiones insistió en restar trascendencia a la polémica suscitada entre partido y Gobierno y recalcó que las valoraciones de su compañero de Gabinete son implemente una "reflexión".

Negó asimismo que la postura de Solchaga obedezca a una "obcecación personal" sobre esta cuestión, como le acusó ayer, lunes, el secretario de Organización socialista Txiqui Benegas.

"Estoy convencido de que entre el partido y el Gobierno hay una concordancia sobre los fines a conseguir y, por tanto, ambos serán capaces de buscar soluciones juntos", precisó el ministro, para añadir: "La polémica no da más de sí".

El titular de Obras Públicas consideró a renglón seuido que es "útil" el debate abierto en la opinión pública sobre el problema de la vivienda, aunque matizó que "en algunas cuestiones está habiendo una polución informativa".

En su intervención ante el Senado, Borrell reconoció que las viviendas en alquiler sujetas al "decreto Boyer" se encuentran sometidas a un régimen excesivamente liberalizador y confirmó que el Gobierno corregirá esta situación con una nueva normativa.

El portavoz popular, Luis Ortiz, aseguró que en España son necesarias 310.00 viviendas anuales durante un periodo de ocho años, por lo que incluso el plan propuesto por el PSOE es insuficiente.

OTRAS REACCIONES

Por otro lado, el ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana, afirmó en Sevilla que no caben más discusiones sobre el tema, porque, finalmente, el plan del PSOE se llevará adelante. "En el momento en que se tome una decisión, esto será una máquina imparable", subrayó.

En cuanto a la comparación con la promesa de los 800.000 puestos de trabajo, el ministro ijo que "los que hoy digan que el PSOE no cumplió" con esta oferta, "sólo pueden ser políticos con muy poco sentido común".

El presidente del Grupo Parlamentario en el Congreso, Eduardo Martín Toval, dijo que "la polémica que existió, pasó" y ha quedado claro que el Gobierno está dispuesto a buscar los mejores cauces para aplicar el plan.

No obstante, recalcó que se siente "representado" con las manifestaciones vertidas por Txiqui Benegas, como "miembro que soy de la Ejecutiva Federal, que fue laque aprobó el plan".

En declaraciones a Radio Nacional, la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Flores, fue tajante al señalar que la "polémica está zanjada".

(SERVIMEDIA)
23 Abr 1991
JRN