A través de un comunicado, la Policía informó de que, en esta actuación, han sido intervenidos 22 kilogramos de cocaína y unos 200 kilogramos de precursores y sustancias usadas para elaborar la droga. La organización, perfectamente estructurada, contaba con expertos químicos que trataban las sustancias estupefacientes.

Los componentes de la red se habían instalado en chalets y pisos de los alrededores de la ciudad de Barcelona, al tiempo que distribuían la droga por Cataluña.

Los individuos detenidos tenían organizada una estructura consolidada para la recepción, adulteración, tratamiento y manipulación de cocaína, así como para su posterior distribución.

ROBO DE VEHÍCULOS

La banda estaba perfectamente estructurada, de manera que sus miembros vivían exclusivamente del tráfico de sustancias estupefacientes y llevaban un buen nivel de vida, como demuestra la cantidad de dinero intervenido y los chalets donde ubicaban los laboratorios.

La droga llegaba a los laboratorios a través Zaragoza y por carretera, usando sus propios vehículos. Asimismo, se ha comprobado que este grupo utilizaba, para transportar la droga, unos compartimentos que habían practicado tras la placa de matrícula trasera de los vehículos que utilizaban, así como dobles fondos.

De hecho, de los nueve vehículos incautados, seis tenían compartimentos ocultos donde transportaban varios kilos de cocaína y armas cortas.

La intervención de armas denota la peligrosidad del grupo, ya que éstas eran utilizadas para sus citas concertadas en la compra y venta de drogas, así como para proteger las viviendas y lugares de seguridad donde la almacenaban y para defenderse de un eventual asalto o robo.